La Rueda Pagana de la Tierra sigue girando, ciclando en espiral ascendente. Tras el equinoccio de otoño del 23 de septiembre, la energía de la Madre Tierra va menguando. Y es también en esta época que los mitos matrísticos cuentan que la joven Koré, hija de la Diosa Démeter, sintió el Llamado el Gran Abajo, iniciándose en los misterios profundos del ciclo vida-muerte-vida. El mito de la transformación cícilica de Deméter y Perséfone (Koré iniciada) procede de una tradición agrícola pre-helénica que adoraba a la Gran Diosa de la Vieja Europa. Mitos que hunden sus raíces en el ciclo de Venus como estrella de la noche y lucero del alba.
Transitamos esta estación donde, cosechados los frutos del verano, hacemos la composta tras separar el grano de la paja. Época para discernir con claridad lo que sí queremos conservar y lo que ya está listo para ser liberado en un proceso orgánico de recogimiento. Otoño es el portal de entrada a lo profundo, cuando nos adentramos en el inframundo…
Por éstas y otras muchas razones, el otoño siempre me hace vibrar. Y aunque donde vivo los colores de las almas verdes de los árboles no se transforman como en mi tierra natal, la energía que convoca este tiempo me ha llamado cíclicamente a lo largo de mi Vida.
Fue en el otoño del 2003 que dí a luz a mi primera hija. Me inicié como madre, atravesando en mi propio cuerpo el portal de la vida y la muerte, renaciendo como madre con mi hija en los brazos. Nuevamente, en el 2008, volví a escuchar el Llamado. Empecé a bucear «mi sombra» acompañada por una terapeuta en Madrid. Fueron 9 meses re.evolucionarios. Ya con dos hijas, siendo madre puérpera, se abrió ante mí el océno abismal y empecé a descender. Esta vez, con la guía que sostiene a los buceadores mientras hacen su inmersión a lo profundo. De ese tiempo, reconocí tantas dimensiones que había ignorado que la brújula calibró mi dirección hacia un cambio de sentido de 180 grados.
En el 2012, tras parir a mi tercera hija, volví a sentir el Llamado, esta vez ancestral… Mi alma buscaba «algo más» y las respuestas llegaron a través de las constelaciones familiares. Ya sabía que existían gracias a mi amiga mexicana Aliz, sin embargo, fue entonces que el tiempo para mí había llegado. Dos personas me indicaron el camino: una me dio el número de María Cameron, quien luego sería mi maestra; y la otra, mi amiga y hermana del alma Paloma Todd que me invitó a trabajar con mi linaje y a conectar con el ciclo de Venus.
Fue tan profunda la transformación y paz en mi Ser tras las Constelaciones Familiares que me formé como Pedagoga Sistémica (2014) con CUDEC México/ Mundo Nuevo Puerto Rico, recibí un Entrenamiento con el Maestro Bert Hellinger en Cancún (2017), me formé como Consteladora Familiar (2018) con el Instituto Luz sobre Luz/ Mundo Nuevo Puerto Rico, Tanatóloga Sistémica (2021) con Beyond Horizon México.
Desde entonces ofrezco desde Ciclos Pachamama diferentes servicios que acompañan los Ciclos de Vida. En este tiempo otoñal te presento el pétalo/hoja violeta de la espiral:
PachaMamaVenus – Ecología de la Transformación – donde como Tanatóloga Sistémica y Consteladora Familiar te acompaño para «trabajar» alguna pérdida, duelo o muerte. Si sientes el Llamado, entra a https://ciclospachamama.com/contact/
«Desde el Gran Arriba Inanna prestó oído al Gran Abajo» ~ mito sumerio del descenso de Inanna data de 1775 a.e.c. (antes de la era común
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